Lo que me hubiese gustado SER cuando era una ejecutiva

 

mujer triste con bolsa en la cabezaPasamos la mayoría de la vida trabajando. Ese tiempo, energía y sobre todo quien eres como persona, merece estar en una experiencia en la cual te sientas satisfecho, desarrolles tus dones y talentos y los pongas al servicio de tus objetivos. Así podrás hacer que tu trabajo sea el medio para ser la mejor versión de ti mismo.   

Durante muchos años tuve la convicción que yo era lo que estaba escrito en mi hoja de vida; ésta mostraba en cursiva y negrilla nombres de universidades, títulos, logros en ventas, participación de mercado, nuevos productos, ROI, en fin, cosas que creía debía mostrar y demostrar para ser interesante laboralmente y seguir mi carrera en ascenso.

Mirando en retrospectiva hoy reconozco que por estar atenta a esas cosas que ¨debía mostrar¨ a otros, no tuve muy presentes algunos aspectos que les quiero compartir a continuación:

Escuchar: La comunicación es algo natural y escuchar es uno de sus principales componentes. En ese aspecto hoy me recuerdo a mí misma como una ejecutiva que creía saber escuchar, pero que en realidad lo que hacía era oír (usar el sentido del oído) porque para mí, era más importante mi propia conversación interior, mis juicios o calificaciones sobre lo que estaba diciendo el otro y de qué manera eso me afectaría. Además, poco me escuchaba a mi misma, o mejor dicho a mi cuerpo, que con sus manifestaciones físicas como dolores en el cuello, espasmos en la espalda, tensión alta, me estaba diciendo que algo andaba mal. Cuando lo escuchaba, iba al médico para ver cómo lo solucionaba y callarlo.

Preguntar: Este es otro importante componente de la comunicación que usaba de manera frecuente para obtener ¨respuestas inteligentes ¨, que me beneficiaran en mis intenciones de ¨dar el resultado esperado y en consecuencia tener una carrera exitosa ¨. Por preguntar de esta manera y con esa intención, me perdí de conocer la esencia de las personas y trabajar con su grandeza interior, esa que no da respuestas inteligentes sino respuestas sinceras y creativas que abren las puertas a las posibilidades.

Usar el NO: En mi interés por quedar bien, complacer y cuidar mi puesto, muchas veces dije si a tareas, manejos o situaciones, con los que me sobrecargaba o sencillamente no me sentía cómoda, pues no estaban alineadas con lo que para mí es realmente importante: mi tiempo, mi salud, mi integridad y mis valores. No usar el No, tuvo para mí un costo emocional muy alto. Hoy aprendí y estoy convencida que puedo decir NO con respeto, sin angustia, sin culpa y que poner límites es un acto de amor hacia mí.

Ser más intuitiva: No me refiero aquí a temas esotéricos ni nada por el estilo. Me refiero a que, por estar pendiente de dar respuestas correctas, forzarme a aportar ideas brillantes y escuchar únicamente los pensamientos que salían de mi cabeza, no escuchaba esa vocecita interior que me hablaba para decirme lo que era correcto o no para mí. Por ello tomé decisiones con las que me sentía incómoda y me demoré en tomar otras para actuar en consecuencia conmigo misma, eso si que me costó!.  A esa vocecita la re-descubrí al recibir coaching y aprendí a escucharla en mi formación como Coach…  se llama: Corazón. Hoy en día, esa es la que elijo escuchar, la voz de la intuición que me habla a través de esa agradable sensación que percibo cuando estoy siendo coherente conmigo misma.

Confiar más en mi:  Con el paso de los años me acomodé en una zona de confortallí hacía las cosas de manera rutinaria, y en la medida en que llevaba más tiempo en el mismo trabajo pensaba que ya sabía hacerlo. Esto me llevó a actuar con la cautela que da la experiencia y en consecuencia a arriesgarme menos, participar tímidamente en las reuniones porque me decía a mi misma¨nada va a cambiar por lo que yo diga¨ y a aceptar con resignación que era lo que me tocaba hacer. Entonces me perdí de hacer, crecer, arriesgarme y vivir, porque no confiaba en mí, tenía la idea de que mi valor lo daban los demás: mi jefe, el gerente, los clientes, los resultados….Lo bueno fue que me dí cuenta de ello gracias al coaching y entonces elegí CONFIAR EN MI.

Estas son algunas de las cosas que me hubiese gustado hacer y ser cuando era una ejecutiva. No me hablaron de ellas en ninguna clase en la universidad, pues nuestro sistema educativo carece, en general, de formación y desarrollo de competencias del SER.

Si algo de lo que acabas de leer te sonó familiar, te invito a que no lo dejes pasar de largo, préstale atención y haz algo al respecto. No hacerlo, puede tener un costo muy alto para ti…y no estoy hablando de dinero!.

Un proceso de Coaching para desarrollar tus habilidades como ejecutivo, pero sobre todo como Ser Humano en un rol de ejecutivo, te puede permitir potenciar quien ya eres, las habilidades que tienes, comunicarte mejor, establecer mejores relaciones, obtener mejores resultados y lo mejor de todo -y no menos importante- sentirte satisfecho y feliz.

Ilse Rodríguez S. Coach Profesional

ilse@quintaesencia.co

 

5 Responses so far.

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