El valor de mirar con otros ojos

Con qué gafas estás viendo las experiencias en tu vida?

Con qué gafas estás viendo las experiencias en tu vida?

Pareciera que su profunda y espiritual visión de la existencia es lo que les permite vivir de esa manera.

Mirar desde diferentes perspectivas las situaciones que nos pone la vida: un nuevo proyecto, algo desconocido, una dificultad o un cambio, a veces nos cuesta y mucho más cuando se trata de salirnos de lo conocido.

Recientemente tuve la fortuna de viajar al sudeste asiático, lo cual resultó ser una experiencia maravillosa, me recordó que estamos en un camino de aprendizaje en el cual es necesario soltar ideas preconcebidas para disfrutar, dejarte sorprender por lo que otros te pueden enseñar (incluso sin compartir el mismo idioma) y aprender por ti mismo lo que quieras. Al hacerlo puedes ganar mucho!

Les comparto algo de lo que aprendí en ese viaje al elegir mirar con otros ojos lo que mis ojos estaban viendo, los ojos de una coach occidental en el sudeste asiático:

La consciencia colectiva SI existe. En una ciudad con cerca de 12 millones de habitantes como Bangkok, me sorprendió el sentido de respeto por el otro. Lo observé en el metro o BTS. La idea que prima es: ¨yo importo y tu también importas¨. La primera vez que lo ví me resultó extraño observar que todas las personas que se van a subir al vagón cuando llega el tren a la estación, se ubican a los lados de las puertas en una fila en diagonal y esperan a que por el centro –que está despejado– se bajen todos los que se tengan bajar para, ahí si, subir al tren. Pasa siempre, nadie se los dice, simplemente las personas lo hacen! Y los extranjeros también lo hacen; para mi fue incluirme en una experiencia cotidiana de consciencia colectiva.

La comunicación no verbal funciona mucho más de lo que pensamos en occidente. No me refiero solo a la ausencia de palabras sino también a la ausencia de códigos de comunicación universales como el semáforo. Nuestro guía nos contó que Siem Reap (Cambodia), ciudad con mas de 150.000 habitantes, turística, llena de motos, carros y tuktuks (medio de transporte tradicional) tiene solamente 6 semáforos ubicados en las intersecciones más grandes y en las que no hay semáforo (también concurridas) todos pasan sin estrellarse! Esto ocurre mas o menos de la siguiente manera: motos, carros y tuktuks se encuentran de frente con los que vienen en sentido contrario, encuentran un hueco y siguen, no se detienen en ningún momento y lo hacen sin el afán de ¨primero paso yo¨!. La primera vez que vi la escena mi mente dijo ¨esto es un caos¨ y luego, cuando lo miré desde una perspectiva de aprendizaje me di cuenta que no solo no era un caos sino que es un sistema que funciona, sin hablar, sin semáforo y sin agredirse unos a otros.

Yo te colaboro y nos beneficiamos todos. Los botes a través de los canales de agua son el medio de transporte de muchas personas en Bangkok y cuando digo muchas son muchas! Cuando llegó a nuestra parada el bote que tomamos para visitar uno de los tantos templos budistas en la ciudad, este llevaba -según mis cálculos- mas o menos 250 personas, muchas de pie y otro tanto sentadas en bancas que lo atravesaban de lado a lado. Una vez allí, montada en un bote atestado de personas, surgió la siguiente pregunta en mi mente: con esta cantidad de gente…. ¿cómo se va a bajar la persona que está sentada del lado opuesto al de subir o bajar del bote? Pues bien, no fue necesario esperar mucho para observar que cuando una persona se ponía de pie para buscar bajarse del bote, la persona que estaba justo a su lado se corría para ocupar el espacio vacío que dejó quien se puso de pie y todos los que estaban a su derecha empezaban a desplazarse hacia la izquierda ocupando ahora los respectivos espacios vacíos. Así, el que necesita bajarse encuentra espacio para pasar, se baja mas rápido y todos llegan a tiempo! Y comprobé con mis propios ojos la idea de ¨yo te colaboro y nos beneficiamos todos ¨

Respeto BudistaRespeto individual se convierte en respeto colectivo. Viajar a Tailandia te da la oportunidad para conocer una religión o filosofía (cómo la quieras llamar) muy desconocida aún en occidente como el Budismo. Al visitar templos, me asombró la actitud respetuosa de todas las personas (budistas o no) en estos lugares. Podría decir que por observación y ejemplo los turistas se comportan adecuadamente en los lugares en los que hay representaciones del Buda, con actos tan simples como quitarse los zapatos, cubrirse los hombros y al menos la mitad de las piernas y permanecer en honroso silencio. Solo basta con observar a los demás visitantes y actuar de manera similar. Es respeto individual y colectivo que trasciende lo que podría estar escrito como código de comportamiento para convertirse en una actitud permanente.

Por último quiero compartir que admiré y sigo admirando la actitud de tranquilidad, paciencia y compasión de las personas que practican el budismo. Es evidente en el respeto que muestran al entrar descalzos no solo a los templos sino a la casa de otro, al hablar en tono de voz bajo, al ser pausados, como aceptando lo que son y lo que tienen… pareciera que su profunda y espiritual visión de la existencia es lo que les permite vivir de esa manera.

En este viaje mis ojos observaron, mi mente interpretó y me dejó aprender estas cosas que comparto; todas son percepciones y tengo claro que las percepciones se convierten en mi propia realidad y por lo tanto confío en que lo que está en negrilla siga siendo parte de mi vida y ojalá haga también parte de la tuya.

Ilse Rodríguez S – Coach Profesional

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